Resulta curioso que se sepa tan poco y tan parcialmente de uno de los líderes mapuches más importantes del siglo veinte. Nadie puede negar la importancia de Manuel Aburto Panguilef en la historia de su pueblo. En lo político podemos señalar entre sus logros el haber sido fundador de la Federación Araucana, candidato a diputado en dos ocasiones, miembro del gobierno regional durante la república socialista de Marmaduque Grove, y organizador de más de veintisiete Congresos Mapuches además de otros hechos menos gratificantes como sus por lo menos tres relegaciones políticas (a Caldera y a Quellón). Por otro lado, Aburto presenta la cualidad de ocupar un lugar preponderante entre los pioneros mapuches de la escritura. Aburto constituye una pieza clave, un núcleo en el que se articulan distintos planos del discurso (históricos, culturales, místicos y políticos) y lo hace resonar en los avatares actuales del pueblo mapuche y en las versiones contemporáneas de su lucha, en especial aquellas que han integrado el horizonte de la autonomía territorial.